Retrovisor
Gustavo A. Fernández
Uno de los ritos de paso de la adolescencia moscona es ir en tren durante el verano a la playa del Aguilar. A finales de los 80, en uno de aquellos viajes estivales, un amigo nos sorprendió a todos al advertirnos que preparásemos los billetes porque venía “el retrovisor”.
— ¡Se dice revisor, animal! —Le dijimos entre risas.
Mi abuelo Micho fue revisor. Todos sus nietos lo acompañamos en su último trayecto el día que se jubiló. La FEVE, el vasco, el tren es parte fundamental de la historia de las gentes de Grau y de toda esta comarca del Bajo Nalón. ¿De verdad quieren cerrarlo?
—Es que no es rentable— dirán algunos mientras se rescata con dinero público bancos, autopistas y otros negocios privados.
—Es que cada vez hay menos viajeros— Cierto, pero hay que preguntarse porqué. No hay una sola respuesta, pero poco ayuda la falta de inversiones, personal y planificación, que los horarios y servicios resulten poco adecuados, que no se optimicen los tiempos ni la puntualidad, que no se planteen paradas bajo demanda ni se modernicen las líneas…
Será casualidad, pero en diciembre la clase de mi hijo fue de excursión en tren a Oviedo y al regresar sufrieron un cúmulo de incidencias. Llegaron con tiempo suficiente a las puertas de acceso al andén, pero por algún problema técnico se demoraron tanto en abrírselas que perdieron el tren. Tuvieron que aguardar 45 minutos hasta el siguiente, que resultó minúsculo, con apenas 20 asientos para tantos pasajeros que parecía un metro en hora punta. Además, este segundo tren se averió y tuvieron que esperar a un tercer y definitivo transporte. Tras la queja del colegio llegaron las disculpas, pero era tarde, 40 niños y otras tantas familias ya se habían llevado una nefasta impresión.
Hace unos días se celebró en Grau una jornada para analizar la situación de esta línea Oviedo-San Esteban. La asistencia ciudadana fue masiva y los políticos se comprometieron a defender nuestro tren de cercanías como medio de transporte público, sostenible y vertebrador de la zona rural. Que así sea; mientras tanto, saquemos nuestros billetes que viene el retrovisor.
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