sábado, 11 de marzo de 2023

La Florina y la sidra

La Florina y la sidra

Gustavo Adolfo Fernández

Estoy aprovechando mis vacaciones estivales para documentarme y preparar una charla sobre la sidra en Grau que espero dar a finales de año en el marco de las XII Jornadas de Estudios Locales que organiza el Museo Etnográfico. La candidatura a Patrimonio Inmaterial de la Humanidad y la concesión del Moscón de Oro 2019 a la Cultura Sidrera Asturiana son dos buenas y confluyentes disculpas para repasar esta historia de la sidra en nuestro concejo. Desde estas líneas quiero agradecer a los informantes que me están ayudando y, al mismo tiempo, me atrevo a pedir también la colaboración de cualquier persona que pueda facilitarme fotografías o información sobre llagares, sidra y manzana en Grau.

El caso es que repasando distinta documentación y bibliografía sobre el concejo moscón me estoy encontrando con muchos datos que yo desconocía o de los que ya no me acordaba y que, aunque nada tienen que ver con este tema que me ocupa de la sidra, me resultan muy interesantes. Quizá lo que más me ha llamado la atención ha sido que en el Catastro de Ensenada, realizado en el año 1752, se diga que las ferias de la villa eran “la Flor, la Florina y San Simón”. He de confesarles que me fascina ese nombre de Florina, con ese diminutivo en -ina de resonancia tan cariñosa y a la vez tan típicamente asturiano.

No sé cuándo dejó de utilizarse Florina para designar a esta tradicional fiesta y feria que hoy, 267 años después, conocemos como la Segunda Flor, pero su nombre ha ido cambiando ligeramente a lo largo del tiempo. En 1907, el libro Grado y su concejo de Álvaro Fernández Miranda habla de “La Flor primera y la Flor postrera” que cada una duraba entonces dos días, domingo y lunes, frente a las tres jornadas que se prolongaban antes del siglo XX. El Álbum comercial, descriptivo, gráfico y literario de Grado, editado en 1924, nos cuenta que “las principales ferias, conocidas por <La Flor Primera> y <La Flor Segunda>, tienen lugar el primer domingo después de la Pascua de Resurreción y siete semanas después”.

No pretendo que se le cambie de nuevo el nombre a la Segunda Flor, pero quizá podría recuperarse de alguna manera esta palabra tan guapa de Florina para que ambas denominaciones convivan y que las sigamos celebrando muchos años más, a ser posible, con buena sidra.

(Publicado en La Voz del Cubia nº45 de septiembre de 2019)

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