domingo, 31 de enero de 2010

Reseña de mi libro en La Nueva España



Artículo publicado en la Nueva España el domingo 31 de enero de 2010:

Grado y valles del Trubia

Los hórreos de Grado, de estilo Villaviciosa

El bibliotecario Gustavo Fernández recopila en un libro las setenta construcciones típicas del concejo, la mayoría del siglo XVI

Grado,

Lorena VALDÉS

«Si es para darme alguna subvención te lo enseño encantado, ahora si es para cobrarme algún impuesto no me muevo de casa». Esta fue alguna de las espontáneas respuestas que el bibliotecario de Grado, Gustavo Adolfo Fernández, recibió a lo largo de su recorrido por el concejo moscón para la elaboración de su primer libro «Patrimonio olvidado: hórreos y paneras del concejo de Grau», que se presentará el viernes 12 de febrero en la Casa de Cultura. El volumen incluye más de 300 fotografías y un estudio individualizado de los setenta ejemplares más destacados del municipio.

Licenciado en Historia, el moscón Gustavo Fernández siempre ha manifestado un compromiso firme en la labor de recuperación y puesta en valor del patrimonio y la historia de Grado. Su última contribución se plasma en un libro de 260 páginas que tiene un claro mensaje. «El hórreo es uno de los símbolos más representativos de Asturias y uno de los fenómenos de arte popular más importantes de Europa, lo que incomprensiblemente no impide su lamentable estado de abandono y desconocimiento, tanto de las administraciones como de la sociedad asturiana», denuncia el autor.

Por eso el libro se titula «Patrimonio olvidado» y trata de poner en valor los hórreos y paneras del concejo mediante una aproximación a sus características, decoración, a la documentación histórica donde aparecen mencionados hórreos moscones...

El historiador afirma que la obra tiene abuelo y padre. «Su abuelo es el inventario del patrimonio artístico de los concejos del Camín Real de la Mesa que realicé en 1997 y su padre el estudio de los hórreos del concejo que hice para el Museo Etnográfico de Grado en 2006».

El lector se encontrará al pasar las páginas de este libro, de Ediciones La Cruz de Grado, con auténticas joyas de la arquitectura popular asturiana de las que sus propietarios, que ejercieron de cicerones, desconocen, en su mayoría, su antigüedad. «Muchos hórreos del concejo datan del siglo XVI y pertenecen al estilo Villaviciosa».

Los hórreos de este estilo son los más antiguos conservados y en el caso de Grado tienen una decoración pintada con motivos de aspas, semicírculos secantes o tangentes, ajedrezados... Ocasionalmente aparecen animales como caballos, perros, aves, serpientes.

El hórreo más antiguo, que cuenta con fecha, es el de Alfonso González, en Sama de Grado, de 1510. «Tras muchos intentos conseguí leer la inscripción un día de noche con la luz de una linterna», recuerda el bibliotecario. Otro de los hechos que se destaca en el libro es que en la villa no existe ningún hórreo y sólo quedan 6 paneras. «El progreso de la capital de Grado se asociaba a hacer calles más anchas y sobre todo a ensanchar la plaza del mercado. Para ganar espacio quitaban los hórreos», comenta Gustavo Fernández. Un vecino de Sama, llamado Donato, sometió al autor del libro a un complicado examen sobre el hórreo en una de sus visitas. Gustavo Fernández lamenta no saber si aprobó o no. El día de la presentación, Donato, a buen seguro, se lo dirá.

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