Grado, sábado 4 de octubre de 2014
Texto de presentación a cargo de Gustavo Adolfo Fernández (Bibliotecario de Grau/Grado)
Puedo prometer y prometo que seré breve, y a veces hasta cumplo mis promesas.
En “La hija del caníbal” de Rosa Montero leemos que Adrián,
uno de los protagonistas: “Solía citar frases célebres, probablemente porque
aún no confiaba lo suficiente en las suyas propias”.
A pesar de esta acertada frase, o precisamente por ello, voy
a tomar una segunda cita de este libro (La hija del caníbal)
“… a menudo de los grosero nace lo sublime; del horror, la
belleza, y de lo trascendental, la idiotez más completa”•
Y digo esto porque como bien podéis apreciar, esto no es el
Centro Cultural Niemeyer ni la Laboral Ciudad de la Cultura, no es el Teatro
Jovellanos ni el Campoamor, esto es un polideportivo de pueblo. Nos hubiera
encantado recibiros en un teatro o un auditorio, pero en Grado no tenemos.
El que da lo que tiene, lo da todo, esta es una cantinela
que he repetido durante estos meses previos a este encuentro a mis compañeras
bibliotecarias del grupo de animación a la lectura, a mi gente del club de
lectura y del Foro de Creación de la biblioteca de Grado, al ayuntamiento y a
Patricia, la concejala de cultura. El que da lo que tiene, lo da todo… sobre
todo me he repetido esta frase a mi mismo… hasta convencerme.
A los de Grado nos llaman moscones, nuestro gentilicio
oficial no es gradenses, sino moscones; hay diversas interpretaciones, muchas
historias y leyendas sobre el origen de este apelativo. Una de ellas cuenta que
durante la Guerra de Independencia contra los franceses, allá por 1808, las
tropas de Grado moscamos, es decir, que nos espantamos, que echamos a correr,
que fuimos unos cobardes vamos.
Sin embargo, esta vez creo que hemos sido valientes al
apostar por organizar este acto a pesar de que una de nuestras mayores
preocupaciones era ¿qué imagen se llevará esta gente de Grado al organizarlo en
un polideportivo?
Cerrad los ojos e imaginad que hoy este polideportivo es una
biblioteca… y este que os habla un presentador. Rosa, lectores, ¡bienvenidos a
la biblioteca de Grado!
Lo único real, lo único importante es precisamente que Rosa
Montero, escritora, está aquí con nosotros, sus lectores, el contexto no nos
importa, sólo el texto; no importa lo que veas, sino las palabras que vas a
escuchar y a decir también, porque este es un diálogo entre lector y autor
(sólo que a lo grande, muchos lectores, más de 500 lectores de los clubs de lectura
de toda Asturias y una de las más grandes escritoras en lengua castellana, Rosa
Montero).
Quiero agradecer a mis compañeras (casi todas mujeres) del
Grupo de Animación a la Lectura de las Bibliotecas Públicas Asturianas, su
confianza a la hora de elegir Grado como sede de este encuentro, hemos sido
valientes… y si el experimento sale bien, abrimos la puerta a que cualquier
lugar de Asturias sea sede de futuros encuentros, independientemente de que el
político de turno se decantara por gastarse nuestros cuartos en un auditorio,
una piscina climatizada, un mercado de ganado o un aeropuerto.
……
Uno de mis directores de cine favoritos es Stanley Kubrick,
y lo es porque fue capaz de no encasillarse, de filmar algunas de las mejores
películas de géneros tan dispares como la ciencia ficción, el cine antibélico,
histórico, de terror, etc.
Rosa Montero, ¿no se porqué?, me recuerda a Stanley Kubrick.
Porque en sus libros ha abordado como aquel, de forma maestra, los más variados
géneros: desde la CIFI de “Lágrimas en la lluvia”, a la novela histórica de
“Historia del rey transparente” (aunque Rosa la define como novela de aventuras
o fantasía)
En “La ridícula idea de no volver a verte” Rosa Montero
reconoce la influencia consciente de dos escritores: una es la americana Ursula
K. Le Guin (que precisamente ha publicado obras dentro de numerosos géneros,
principalmente ciencia ficción y fantasía, aunque también ha escrito poesía,
libros infantiles, ensayos o traducciones) el otro autor es Nabokov (que también
y… tan bien adaptó al celuloide Kubrick con “Lolita”).
Rosa Montero ha dicho que “El origen de la creatividad está
en el sufrimiento, el propio y el ajeno”. Rosa, de pequeña, enfermó de
tuberculosis. Estuvo sin ir al colegio de los 5 a los 9 años. Recluida en casa,
se dedicó a leer y escribir.
Luego estudió periodismo y psicología. Colaboró con grupos
de teatro independiente, como Canon o Tábano, a la vez que empezaba a publicar
en diversos medios informativos (Fotogramas, Pueblo, Posible)
Desde finales de 1976 trabaja para el diario El País, en el
que fue redactora jefa del suplemento dominical entre 1980 y 1981.
En 1978 ganó el Premio “Manuel del Arco” de Entrevistas, en
1980 el Premio Nacional de Periodismo para reportajes y artículos literarios y
en 2005 el premio de la Asociación de la Prensa de Madrid.
Ha publicado, ¡vosotros lo sabéis bien!, unas cuantas
novelas:
Empezando en 1979 con “Crónica del desamor”, “La función
Delta”, “Te trataré como a una reina”, “Amado Amo” en 1988.
En “La ridícula idea de no volver a verte” escribe que
“escondí durante décadas mi parte más imaginativa y fomenté la lógica, porque
las discusiones intelectuales y racionales eran el ámbito del varón, el
territorio de combate en donde te ganabas el respeto del contrario, mientras
que las fantasías eran vagarosas tontunillas de mujer…Por eso mis primeras
novelas son todas más realistas, y sólo pude comenzar a liberarme de esa
represión o mutilación mental en mi quinto libro, Temblor, una novela de cifi
que fue publicada en 1990, es decir, cuando yo ya había cumplido la más que
respetable edad de treinta y nueve años. Todo ese tiempo me costó empezar a
sacar a la luz mi parte más fantástica. A esa niña imaginativa que había
mantenido prisionera bajo siete llaves en mi interior”.
Tras “Temblor” llegan “Bella y oscura”, “La hija del
caníbal” (Premio Primavera de novela en 1997), “El corazón del Tártaro”, “La
Loca de la casa” (Premio Qué Leer 2004 al mejor libro del año, Premio al mejor
libro extranjero publicado en Italia en 2005 y Premio “Roman Primeur” 2006 en
Francia).
“Historia del rey transparente”, Premio Qué Leer 2005 al
mejor libro del año, y Premio Mandarache de jóvenes lectores 2007.
“Instrucciones para salvar el mundo”, “Lagrimas en la
lluvia”, y “La ridícula idea de no volver a verte” en 2013.
Ha publicado el libro de relatos “Amantes y enemigos”
(Premio Círculo de Críticos de Chile 1999) y ensayos biográficos como Historias
de mujeres o Pasiones. También libros juveniles y recopilaciones de entrevistas
y artículos.
Hace poco ha publicado “Dictadoras, las mujeres de los
hombres más despiadados de la historia”, basada en una serie de tv.
Su obra está traducida a más de veinte idiomas y es Doctora
Honoris Causa por la Universidad de Puerto Rico.
Una extensa y fructífera obra que los clubs de lectura de
las bibliotecas asturianas hemos leído y releído en estos últimos meses con
motivo de este esperado encuentro.
Os decía antes que a los de Grado nos llaman moscones y que
hay muchas leyendas sobre el origen de este apelativo, pero lo cierto es que en
la documentación conservada de la Edad Media, en los siglos XII y XIII, aparece
repetidamente una familia poderosa en esta zona (que por aquel entonces se
llamaba Prámaro y no Grado) cuyo cognomen era Mosca. A uno de ellos, Suero
Mosca, el rey Alfonso VII le entregó unas tierras, donde actualmente se asienta
la villa de Grado, con sus correspondientes campesinos, con sus vasallos, a los
que se llamaría desde entonces moscones.
Hoy, aquí, en esas gradas, hay unos cuantos moscones, y
muchos asturianos de otros concejos, pero todos adoptamos hoy un cognomen, un
gentilicio común, somos todos monteros: lectores de Rosa Montero
¿Hemos venido a oírla a ella verdad? Pues me callo y cedo la
palabra a Doña Rosa Montero.
Enlace al video del Encuentro con Rosa Montero (2 de 4)
Enlace al video del Encuentro con Rosa Montero (3 de 4)
Enlace al video del Encuentro con Rosa Montero (4 de 4)
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